este gozo: “inefable y glorioso”. Era gozo que no se podía expresar porque era tan diferente de los gozos del mundo. Era puro y celestial. No había palabras para describir su excelencia y dulzura. Era inefable también en el sentido de que Dios lo había derramado sobre su pueblo atribulado en tanta abundancia, que era imposible definir su alcance. Ahora, la doctrina que Pedro nos está enseñando es esta: La verdadera religión consiste principalmente de emociones santas. Pedro selecciona las emociones
Page 12